Tan importante es que los materiales de nuestra instalación solar sean buenos, para contar con una buena durabilidad de la misma, así como que quienes realicen la instalación tengan en cuenta la forma más óptima de colocar los paneles y así contar con la mayor cantidad de horas de luz posibles.
¿Qué cosas hay que tener en cuenta?
Es vital que se haga un estudio previo de la superficie que va a albergar la instalación, de modo que se evalúen aspectos como posibles puntos de sombras, casas adjuntas, árboles, o la verticalidad del propio tejado. Esa es la razón por la que en algunas ocasiones, se fabrican estructuras que permiten ubicar las placas solares con la mayor verticalidad posible y mayor zona de luz directa.
No obstante hay zonas y orientaciones que son más óptimas que otras, por ejemplo la orientación más recomendable es la sur 180º. De ese modo, conseguimos mayor recepción de luz solar durante un periodo de tiempo más prolongado.
En los estudios iniciales de proyecto de instalación de planta fotovoltáica, se suele hacer una primera aproximación a través de google maps, así se puede comprobar la zonificación y la ubicación de las placas solares.
Aunque en el caso concreto, no sea posible orientarlas hacia el sur, todo lo que sea sureste o suroeste, siempre será favorable para contar con la mayor producción energética, no obstante si el caso es que deben estar situadas al noreste o noroeste, percibiremos un 20% aproximadamente menos de rendimiento a la instalación.
Otras zonas
Se ha dado el caso en algunas viviendas o zonas concretas, que el tejado no es del todo recto, es demasiado antiguo o no cuenta con las condiciones recomendables para albergar la instalación. En ese caso, se tienen en cuenta otras alternativas, como es la ubicación de las placas solares en zonas como el jardín, una pérgola, la zona del garaje si es exterior…
También, nuevamente contemplamos la creación de una infraestructura de hierro firme, acero, que permita ubicar las placas solares e inclinarlas para contar con la mayor superficie solar y así la mayor recepción de luz directa. No obstante, no siempre es recomendable esta solución, dado que hay que tener en cuenta que el coste se encarecerá así como las tareas de montaje serán mayores.
¿Qué más factores debemos tener en cuenta?
No es necesario desestimar tener una instalación fotovoltaica si vivimos en una zona de menor impacto solar, dado que lo importante es tener una buena orientación y con eso nuestros paneles ya estarían produciendo energía.
Lo imprescindible a tener en cuenta es el gasto actual de energía que tenemos, ya sea en el trabajo o en el hogar y el cálculo de ahorro energético que podemos conseguir con la instalación. Asimismo, es cierto que vivimos en la era de las energías renovables, por lo que existen ayudas municipales, autonómicas, nacionales y europeas que impulsan a que los ciudadanos apuesten por este tipo de autogestión energética. Así que, teniendo en cuenta esta información, sumado al precio de la instalación y su amortización en base a duración de la misma, podemos hacer un cálculo aproximado del ahorro energético que nos puede suponer y por cuánto tiempo.
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